Todos los practicantes de Aikido conocen la gran importancia que se da a la respiración en todas sus formas, sin embargo son muy pocos los que saben por qué es considerado como fundamental en la práctica. Morihei Ueshiba hablaba de la respiración como Vía y Fuente de contacto del hombre con el soplo Divino, y decía lo siguiente:
Por medio de la respiración se alcanza la sincronización con el arte del Ki, la fuente de la creación universal. Cuando est arte del Kif, Ky no myo yo, se expresa a través del cuerpo se llama: Takemusu Aiki (el soplo), es el lazo entre el fuego y el agua, la circulación de la materia en el Cosmos. En la expresión del tiempo y el espacio, de un pulso eterno, de una realidad en la que no existe separación entre espíritu y materia.
A medida que crece este estado de conciencia, ha de realizarse un intercambio entre las leyes del cuerpo en movimiento y las del Universo. Takemusu Aiki es la libertad de dicho estado de conciencia en tanto que uno se erige en el centro del tiempo y el espacio, la esencia viviente del agua y el fuego que inunda el cuerpo y el espíritu. Con motivo de este cambio las leyes resonarán de verdad, y serán las mismas en el cuerpo y el Universo.
Primero el cambio, luego la resonancia. La energía nuclear, la explosión de luz, del Ki, la fuerza gravitacional que crea el vacío y establece el orden, todos ellos están unidos y el arte del Kami fluye. El Ki es la fuerza nuclear que reside en el corazón de todas las cosas. Pero es el Ying y el Yang de la respiración lo que diversifica y limpia. La respiración es la energía impulsora de la vida. Es aquí donde reside el poder del Kokyu.